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Goya como precedente de la fotografía

En la entrada anterior ya hemos hablado sobre la producción artística que tuvo lugar en España durante la Guerra de la Independencia. Esta entrada se dedica a Francisco de Goya y Lucientes, quien fue uno los impulsores de un nuevo arte que se basaba en la expresividad de los sentimientos. Por ello, en este nuevo apartado vamos a hablar sobre los Grabados de Goya, concretamente los conocidos hoy en día como Los Desastres de la Guerra, por su gran trascendencia hasta la actualidad.
Estos grabados de Goya han permitido conocer su pensamiento sobre la Guerra de la Independencia (1808 - 1814), de manera que se puede conseguir una opinión coetánea a la época. Es una obra muy singular, pues se acerca al tema desde un punto de vista imparcial, mostrando los horrores tanto del bando español como del napoleónico. Goya no busca ennoblecer el nacionalismo español, sino enseñar al mundo los acontecimientos tal y como realmente sucedieron. Los desastres de la Guerra son unos grabados que sirvieron como denuncia  social y condena de la Guerra de la Independencia. Esta es la razón por la que no existe ningún antecedente a Goya de denuncia social en la Historia del Arte.
En primer lugar es necesario saber en qué consiste la técnica del grabado; se trata de dibujar una imagen sobre una matriz (esto es una plancha rígida de acero, cobre o madera), de manera que se quede plasmada su huella con tinta y después pueda ser trasladada a otra superficie (véase el papel o la tela). Siguiendo este procedimiento, que puede observarse en el siguiente vídeo, pueden conseguirse diversas reproducciones de una misma imagen, a la que se denomina estampa.



Los Desastres de la Guerra posee una visión fotográfica, debido a que todas las imágenes parten de relatos y fiables y de la propia experiencia personal de Goya, como el hambre y la misera de Madrid en 1811, como si de instantáneas se tratasen. No hay elementos que suavicen la crueldad de la contienda ni otros que desvíen la atención de la acción principal, ya que todos los grabados presentan "zonas vacías". Con estas imágenes, el pintor realiza un discurso atemporal contra la guerra que anticipa el desarrollo del fotoperiodismo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la fotografía se encontraba en un momento de desarrollo cuando muere Goya (1828), pero no surgiría realmente hasta 1839.
Con la invención de la fotografía, los artistas y, con el tiempo, los propios soldados, podían retratar de manera fiel la historia. Así fue como los fotógrafos decidieron acudir, bien por iniciativa propia o por encargos de periódicos, hasta los campos de batalla para enseñar al mundo la irracionalidad de la guerra. Esta ha sido una empresa que sigue vigente hasta hoy en día, en la que incluso algunas personas han muerto en el intento, como los más cercanos hasta la fecha: Julio Anguita y José Couso, víctimas de una guerra de Irak en 2003.
En el presente vivimos inmersos en un mundo en el que se ha producido un avance avasallador de los "medios de masas", como la televisión, la radio, internet, etc. Por ello, las personas estamos siendo continuamente bombardeadas por alrededor de 3000 impactos publicitarios cada día, los cuales emplean multitud de imágenes para captar nuestra atención. Sin embargo, el ser humano todavía es capaz de sorprenderse con algunas fotografías, como las de Cartier-Bresson y Robert Frank, quienes buscaron "el instante o momento decisivo" de la acción.
Esta es la actitud de denuncia con la que los Pulitzer o  Word Press Photo premian a una imagen de prensa; este es el claro ejemplo de la fotografía Niña del Napalm (1972) de Ut Cong Huynh, tomada durante la Guerra de Vietnam.
Niña del Napalm (1972) de Ut Cong Huynh
Horror, dolor, injusticia, intolerancia. No hay palabras que basten para expresar lo que el espectador siente cuando ve esta fotografía.
Estos sentimientos también se han mantenido vivos en los grabados de Goya pese a ser realizados entre 1810 y 1815, más de siglo y medio antes de la anterior fotografía. Francisco de Goya estampó tres volúmenes completos con el estado definitivo de las planchas, sumando un total de 82 grabados. Pueden diferenciarse en tres tipos:

-        Acontecimientos reales que Goya trata de generalizar para extraer de ellos la conciencia crítica.
-    Reinterpretación de las vivencias de Goya en el año del hambre en Madrid, 1811.
-   Los llamados caprichos enfáticos, estampas llenas de simbolismo que representan las consecuencias de la guerra, criticando el absolutismo de Fernando VII y el rechazo de los valores constitucionales de la Constitución de Cádiz. 

Con Los Desastres de la Guerra Goya denuncia la necedad del pueblo español al acudir a defender su patria animados por las autoridades inmovilistas, ya que, como pago a sus servicios y el derramamiento de sangre inocente, únicamente recibieron el poder absoluto del rey y la afirmación de los privilegios de las autoridades. En la siguiente galería pueden observarse algunos de estos grabados. 




Bibliografía: BORDES, Juan, Goya: cronista de todas las guerras."Los desastres" y la fotografia de guerra, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando: Calcografía Nacional, 2008.

1 comentario:

  1. La proxima vez que vea grabados de Goya,tendre una visión mas completa.

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