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Esculturas en el Parque de El Retiro

ESCULTURAS EN EL PARQUE DEL BUEN RETIRO-MADRID- 

Localización " El Retiro"
El parque del Buen Retiro, o como popularmente se le conoce, El Retiro, es un parque público de la ciudad de Madrid. Su origen se remonta hasta el reinado de Carlos III, cuando el parque pertenecía al complejo palacial, compuesto por los Jardines del Buen Retiro, es decir, los jardines privados del monarca, y el Palacio del Buen Retiro. A finales del siglo XIX, el monarca ofreció una pequeña parte de estos jardines a la población de Madrid, lo que hoy en día se conoce y abarca como el " Parque del Retiro".

Junto con el Parque del Oeste, el parque del Retiro es el mayor parque urbano de la ciudad de Madrid. En él se pueden encontrar un sinfín de jardines, diversos itinerarios de paseos por los que contemplar la rica variedad biológica que alberga el parque, el gran estanque  y diversos monumentos repartidos por todo el recinto. De este conjunto de monumentos escultóricos se destacarán a continuación los tres siguientes:


  MONUMENTO A LOS HERMANOS ÁLVAREZ QUINTERO (1934)

Este conjunto escultórico se sitúa en la Avenida Colombia ( El Retiro), donde el monumento se integra en el propio entorno, con una pequeña senda que rodea la plazoleta del conjunto, y una ría que discurre por los alrededores.

La obra, realizada por Lorenzo Coullaut Valera, autor también del Monumento a Miguel de Cervantes en la Plaza de España ( Madrid), se compone de dos elementos principales: la serliana sobre la que se centra la balconada donde  se apoya una moza andaluza, y su pretendiente a caballo.

En primer lugar, mencionar que el núcleo principal del conjunto lo conforma la serliana, un recurso arquitectónico utilizado en el Renacimiento y retomado con el Neoclasicismo. Este elemento se emplea en las portadas, combinando una serie de  vanos adintelados y arcos de medio punto. En este caso, el arco se encuentra sustentado por cuatro columnas de orden jónico, entre los cuales, se encuentran dos jarrones. Sobre esta serliana se levanta una balconada donde la joven, caracterizada con vestimentas andaluzas, se apoya y deja caer su mantón por los barrotes de la barandilla. Destaca el detallismo en los pliegues de la ropa y la posición de la figura de la muchacha, levemente torsionada. A partir de este núcleo se extiende un banco corrido que acaba dando lugar a una especie de plazoleta semicircular, en cuyo centro se sitúa una fuente.


El segundo componente de este monumento es el jinete, escorzado y caracterizado de forma andaluza, está realizado en bronce elevado sobre una basa de piedra. La figura fue realizada por Federico Coullaut Valera, hijo de Lorenzo, quien a su muerte concluyó el monumento. A diferencia del jinete, el resto del conjunto se encuentra realizado en mármol. 

Destaca un último detalle, un alto relieve donde aparecen retratados los hermanos, junto con una inscripción, rindiendo homenaje a estos comediógrafos que en sus obras destacaron por aportar un visión colorida de su tierra, Andalucía, y desplazar los problemas sociales de la literatura de la época.

DOÑA URRACA ( s.XVIII )

La escultura de Doña Urraca (1081- 1126), junto con otra serie de esculturas de reyes hispanos, se encuentra en el Paseo de la Argentina o Paseo de las Estatuas ( El Retiro). 

El encargado de la documentación fue fray Martín Sarmiento, quién realizó una minuciosa lista con algunos de los monarcas más destacados, así como de la vestimenta de cada época. En esta lista constaba el nombre de casi cien, concretamente noventa y cuatro monarcas de la Península Ibérica. Durante la ampliación del Palacio Real, en época de Carlos III, las estatuas fueron retiradas por varios motivos. Se desconoce cuál de estos fue el causante de la retira de las estatuas pero se creía que la cornisa no resistiría el peso de las estatuas, realizadas en piedra caliza; que se rompería la estética del conjunto, según el arquitecto Sabatini, y por último tal como cuenta la leyenda popular, fueron retiradas por orden de Isabel de Farnesio, madre de Carlos III, quien tuvo un sueño premonitorio.

A partir de entonces, las esculturas se repartieron por distintos lugares de Madrid, e incluso otras ciudades españolas.

La que atañe a este comentario es la de Doña Urraca, considerada la primera reina que ejerció un poder efectivo sobre las coronas  de Castilla, y de León ante la muerte sin descendencia de su hermano Bermudo III. Se vio obligada a casarse de nuevo, con Alfonso I de Aragón, el Batallador, para poder consolidar su poder en el trono.

Destaca en especial, por ser una de las pocas mujeres regentes que se esculpieron. Al igual que las otras estatuas se apoya sobre una basa de piedra y las dimensiones de la figura están exageradas, puesto que en un principio habrían de verse desde lo alto de la cornisa del palacio. Totalmente de corte neoclásico, destaca en la figura el detalle en la vestimenta así como en sus pliegues y el contraposto, recurso claramente clásico, aunque su rostro es más hierático. 


"EL MADRID CAPITAL" (1952)

Esta Venus yacente, es una escultura alegórica de Madrid, que junto con otras tres, complementaban el pilón de la fuente dedicada al arquitecto Juan de Villanueva (1739-1811). El proyecto fue realizado por dos arquitectos, Victor D´Orse y Manuel Ambrós, y el escultor  Santiago Costa.

La fuente se inauguró en la glorieta de San Vicente, pero años después fue trasladad al Parque del Oeste. Tras esta migración, las tres esculturas ( El Madrid capital, El Madrid de San Isidro, El Madrid artesano) pilón no se volvieron a colocar.


En 2007, las esculturas fueron restauradas y dos de ellas se depositaron en dos parques de la ciudad de Madrid. El que atañe a este comentario representa   " el Madrid Capital", representa una figura femenina desnuda, con la cabeza recostada en su brazo doblado. 

La silueta de la mujer se remarca un poco sobre las telas donde se apoya pero queda todo integrado en un mismo conjunto. El contraposto es muy marcado en la figura, aunque se encuentre sentada.


BIBLIOGRAFÍA: 

La escultura monumental en Madrid: Calles, plazas y jardines públicos ( 1875-1936); SALVADOR, Mª del Socorro. Editorial Alpuerto, 1990 ( Madrid). 







L. MARTÍN SEVILLANO

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